¿Cómo elegir la lámpara de pared adecuada? 3 consejos claves

La popular lámpara de pared representa una manera económica de iluminar un espacio cuando no es posible utilizar lámparas empotrables. Este tipo de lámparas pueden utilizarse de varias maneras, algunas de ellas son, por ejemplo, para enmarcar una entrada, o también como lámparas de lectura de noche cuando el espacio es reducido y no es posible colocar una lámpara de sobremesa.

También en estanterías de libros para proporcionar luz de relleno suave a las estanterías próximas, sin iluminarlas directamente. También son un recurso excelente para crear zonas de luz en una iluminación por capas, y pueden sustituir una lámpara de pie si se colocan al nivel de la vista, dependiendo de la altura del techo.

¿Por qué usar una lámpara de pared?

Un aplique o lámpara de pared, la podemos utilizar para:

1. Iluminar una zona concreta de una pared, potenciando un elemento concreto, por ejemplo: un cuadro o una vitrina. En este caso empleamos pequeñas lámparas que focalicen la luz hacia un punto concreto.
2. Iluminar toda una pared. Solemos hacer esto cuando queremos darle importancia a una pared, bien porque en ella hay una estantería, tiene un color diferente al resto de paredes o por cualquier otra circunstancia.
3. Iluminar una zona concreta por un determinado motivo. Por ejemplo, en un baño o aseo. En este caso colocamos un aplique de pared para dar luz a un espacio muy reducido para poder desarrollar un actividad o hacer algo que necesite bastante luz: asearnos, afeitarnos, etc.

Por lo general, cuando recurrimos a una lámpara para la pared, es posible que no busquemos una gran luminosidad, sino un elemento decorativo para añadir algo de estilo a la habitación. Salvo en el caso de baños o aseos, en este caso si es necesario pensar un poco en la luz que vamos a conseguir.

¿Cómo usar una lámpara de pared para iluminar mis espacios?

Para el uso de este tipo de lámparas, es ideal seguir una serie de consejos para que la iluminación sea de la mejor manera. Algunos consejos son:

• Deja espacio suficiente espacio encima de una lámpara de pared de proyección superior (30 a 50 cm) para que la luz pueda difuminarse y reflejarse en la habitación.
• No utilices lámparas de proyección superior en espacios con techos bajos (menos de 2,2 m).
• Existen lámparas de yeso pensadas para ser pintadas acorde con el tono de la pared y que son la mejor solución si buscas algo discreto.
• Cuidado con utilizar lámparas de proyección superior en escaleras. Aunque pueden quedar muy bien cuando subas las escaleras, es muy probable que creen destellos molestos cuando las bajes.
• Una lámpara de pared para luz de trabajo normalmente dispone de un reflector metálico que proyecta la luz hacia abajo, y que permite que pueda utilizarse como luz de escritorio o de lectura de noche. También pueden colocarse en la cocina de la pared, para iluminar la encimera.
• Una lámpara de pared de proyección superior pensado para reflejar la luz en el techo debe situarse a 2 m del suelo aproximadamente, para que quede por encima del nivel de visión y no sea molesta.

3 consejos para el uso de una lámpara de pared según el espacio

1. Lámpara de pared en el baño

Las lámparas de pared son muy versátiles, ya que gracias a la cantidad de variaciones que presentan tanto de forma como de tamaño, es posible colocarlas en todo tipo de espacios: salones, comedores, dormitorios… Si vas a usar una lámpara de pared en el baño, elige resistentes al agua con grado de protección IP44. Además, en esta estancia, será muy útil colocar la lámpara de pared cerca del espejo, ya que muchas de las tareas que realizamos en nuestra vida cotidiana requieren de una luz adecuada como lavarse los dientes o peinarse.

2. Lámpara de pared en escaleras

Este tipo de lámparas son muy funcionales para estancias que no necesiten de demasiada luz, como el recibidor o las escaleras. En estas últimas puedes colocar lámparas que se iluminen automáticamente con el movimiento consiguiendo de esta forma un efecto “magia” que sorprenderá a tus invitados.

3. Lámpara de pared para el recibidor o los cuadros

Existen lámparas de pared que permiten orientar la luz a donde deseemos, creando así efectos sorprendentes. Por ejemplo, si proyectamos la luz hacia arriba conseguiremos hacer que una estancia parezca más amplia; o bien para iluminar objetos o decoraciones muy concretas que quieras destacar, como un cuadro o una figura. Si además de ello, nos permite regular la intensidad de la luz, tendremos la posibilidad de crear todo tipo de ambientes.

Conclusión

Una lámpara de pared es un recurso cada vez más habitual en la iluminación de nuestros espacios, tanto por su funcionalidad como para resaltar la decoración del espacio. Este tipo de luminarias son estupendas para todas las estancias, desde pasillos a los dos lados de la cama o el sofá, creando increíbles y decorativos rincones de lectura.

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