Los tubos LED representan uno de los sistemas de iluminación más modernos actualmente. La diferencia fundamental con un tubo fluorescente convencional es su composición: adquirir un tubo LED es comprar un componente electrónico que no está fabricado con ningún tipo de material químico. Sin importar que sean o no para su colocación en una cocina, para la instalación de los tubos LED es necesario suprimir el cebador y la reactancia y realizar el conexionado a 220 VAC.

Existen varios tipos de tubos LED, aunque los más utilizados para iluminación en cocinas, o incluso para usos industriales son los tubos 2G11, que se caracterizan por tener cuatro pines de conexión en vez de los dos más habituales. Este tipo de tubos incorporan en su composición LEDS de última generación SMD3020 de alta potencia lumínica, pero baja emisión de calor gracias a la incorporación de un disipador que se encarga de elimina el calor que se produce durante la puesta en marcha del tubo correspondiente.

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Son especialmente útiles para la cocina porque estos tubos son los sustitutos ideales de los fluorescente con base 2G11, generando un 10% más de luminosidad y hasta un 60% de ahorro económico en las más de 30.000 horas en las que son capaces de funcionar. No solo destacan por su vida útil, también presentan características técnicas que les hacen muy atractivos a ojos del consumidor:

• Aunque no es fácil calcularlo, gracias a las 30.000 horas de funcionamiento se podría iluminar una cocina durante 10 años sin interrupciones.
• Los tubos LED, por norma general, y sean del tipo que sean, se encienden de forma inmediata, sin incómodos parpadeos ni esperas.
• La arrancada instantánea afecta directamente a su vida útil. Como no hay parpadeos, aumenta el tiempo que disfrutarás de estas bombillas.
• Al ser el mismo tipo de casquillo no hace falta ninguna modificación adicional del portalámparas cuando se ejecuta un cambio de tubo fluorescente por un tubo LED.

Aspectos ambientales de los tubos LED

El factor medio ambiental también es clave a la hora de determinar un cambio a iluminación LED en tu cocina: el cambio puede suponer un ahorro de más del 50% de la energía consumida en la cocina. Además, en comparación con una bombilla tradicional se puede alcanzar una reducción de hasta el 80% de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Como ya se ha mencionado a lo largo del artículo, estos tubos se fabrican libres de componentes químicos como el tungsteno, un elemento altamente tóxico que sí se encuentra en la composición de los tubos fluorescentes.

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¿Tubos LED con sensor de movimiento?

Los detectores de presencia, a los que se puede conocer con varios nombres, tienen aplicaciones realmente útiles en el campo de la iluminación, de la climatización o de la seguridad. Su utilidad está reconocida desde hace mucho tiempo, aunque ahora viven un nuevo momento de esplendor gracias al Internet de las Cosas (IoT) y los productos conectados. En el caso de la iluminación, y gracias a sus sensores, encienden todo tipo de luces cuando detectan presencia humana.

Con unos buenos ajustes y teniendo en cuenta las necesidades particulares de cada usuario, se puede ahorrar entre un 80% y un 90% del importe que se invierte en iluminación en instalaciones como vestuarios o almacenes gracias a innovadores productos como los tubos LED son sensor de movimiento.

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¿Cómo funciona la detección de presencia?

Para determinar que alguien o algo se encuentra ante ellos, los dispositivos que equipan detectores de presencia funcionan gracias a diferentes tecnologías. En el caso de los tubos LED lo consiguen gracias a:

1. Los infrarrojos: los tubos LED con este tipo de sensores son capaces de saber que hay presencias a su alrededor gracias a la diferencia de calor que los seres humanos emitimos en movimiento, con respecto al calor que hay en el espacio vacío. Suelen contar con un alcance menor al de otros tipos, pero son realmente efectivos en espacios donde hay obstáculos en forma de columnas, por ejemplo.
2. Microondas: son los denominados detectores de presencia activos. Cuentan con un emisor de microondas y con un receptor, y saben que deben encender el tubo LED correspondiente porque identifican los cambios que se producen en la señal original. Necesitan espacios bastante abiertos para funcionar.

Características propias de los tubos LED con sensor de movimiento

• Un uso muy habitual de este tipo de tubos se da en los aparcamientos, ya que permite combinar iluminación permanente con otra de emergencia.
• Los nuevos sensores de proximidad mediante microondas permiten que, cuando un objeto se aproxima a una distancia mínima de 5 metros, el tubo se ilumine al máximo de su potencia. En cambio, cuando la presencia abandona el lugar el tubo se apaga completamente.
• Los sensores de movimiento por infrarrojos, en cambio, también se iluminan a máxima potencia cuando detectan algo, pero cuando el objeto abandona el radio de acción, y pasan 30 segundos, el tubo se queda iluminado a un 30% de la potencia máxima para ofrecer lo que se conoce como luz de cortesía.
• El número de arrancadas de los tubos LED con detección de presencia no afectan en ningún caso a su vida útil.
• Este tipo de tubos están disponibles en las medidas de 600 mm, 900 mm, 1200 mm y 1500 mm.

Es importante tener en cuenta otro tipo de recomendaciones relevantes a la hora de instalar este tipo de tubos LED. Por ejemplo, en el caso de los infrarrojos, es importante no colocar objetos metálicos o fuentes de calor delante de los sensores para no alterar su funcionamiento. Si vas a instalar varios tubos LED con sensores de movimiento por microondas, tendrás que asegurarte de que exista una distancia mínima de 5 metros entre tubo y tubo para garantizar que no exista ningún tipo de interferencia entre ellos.

Fuente: Greenince.com