...
luces led para ahorrar energía eléctrica

Cuando hablamos de sustituir nuestras bombillas incandescentes, halógenas o fluorescentes la primera pregunta que se nos viene a la mente es ¿cuánto voy ahorrar con el cambio? Y es cierto que las luces LED suponen un ahorro de energía, pero también debemos ser conscientes que la iluminación LED aporta otra serie de ventajas. Algunas como el ahorro en mantenimiento también suponen un ahorro, pero igual de importante es el tipo de luz que dan.

Luces LED para ahorrar energía

luces LED

El ahorro que genera una bombilla LED con respecto a otras depende de los vatios que consumen, pero también en los gastos de mantenimiento.

Debido a la vida útil de una bombilla LED, el cambiar por este tipo de iluminación supone un ahorro a partir de los primeros dos años. Es decir, al cabo de 10 o 15 años, vida de una bombilla LED normal (algunas pueden alcanzar los 25 años) el ahorro sería bastante alto.

La iluminación LED ofrece numerosas ventajas más allá del ahorro económico que también es importante. Al ser una fuente de calor menor, proporcionar una luz uniforma y con posibilidad de regular para adaptar a diferentes usos, así como la opción de los tonos y tipos de color, hacen que sean una gran opción.

Debemos ser conscientes que la inversión inicial es alta. Por eso, una forma aconsejable de cambiar la iluminación de casa por iluminación LED es ir haciéndolo gradualmente, empezando por las habitaciones que más tiempo ocupamos y según se vayan fundiendo o necesiten cambiarse el resto de luces.

Así que, claramente, si te queda alguna bombilla del tipo incandescente en casa, es hora de pasarte a unas luminarias más eficientes, ¿no crees? Las luces #LED ahorran más de un 80% de energía respecto a las incandescentes.

Es verdad que hay varios tipos de iluminación y diferentes modelos de bombillas en el mercado que podrían servirte para tu vivienda. No solo con luces LED nos iluminamos. Pero a la hora de comparar su consumo y su eficiencia sí que hay diferencias.

Si tienes en casa bombillas de bajo consumo en funcionamiento continúa utilizándolas hasta que finalicen su vida útil. Si por el contrario tienes halógenas en toda la casa, sí que sería recomendable sustituirlas, al menos en las estancias donde más horas de iluminación necesites, por luminarias LED. En este caso, las luces LED consumen un 86% menos que las halógenas. ¡Y lo notarás enseguida en tu factura de la luz!

En cualquier caso, cambiar las luminarias a bombillas de luz LED sí que conviene a corto-medio plazo. Especialmente ahora que los costos de este tipo de bombillas son un poco más bajos que hace unos años.

Cuando uno se plantea ahorrar en la factura de la luz, además de realizar un consumo responsable, disponer de productos eficientes es parte importante de la ecuación. Si nos referimos a bombillas, las clásicas de bajo consumo de tipo fluorescentes compactas tienen dura competencia en las bombillas LED.

Cuando acudimos a comprar una bombilla LED y tenemos que escoger un modelo adecuado es habitual que nos surjan dudas al ver su precio. Hay modelos con una gran diferencia de precio y características que debemos tener en cuenta para acertar al comprar una bombilla LED.

Dentro del mercado de la iluminación, los tipos de lámparas que gozan actualmente de mejor fama son las bombillas LED. Son modelos considerados de bajo consumo pero que basan su funcionamiento en la inclusión de diodos emisores de luz en vez de ser fluorescentes compactos como las actuales.

Además de la mayor eficiencia, la tecnología LED supone un aumento significativo de la vida útil de una bombilla, situándose de media en modelos de calidad por encima de las 40.000 horas. Hay que tener en cuenta también que dependiendo del uso que le demos, la calidad y estabilidad de nuestra instalación o su situación (si está empotrada o no, con mejor o peor disipación), por cuestiones de calor excesivo podría reducir la vida útil marcada por el fabricante, que siempre es en condiciones ideales.

Otras ventajas de usar luces LED tiene que ver con que su encendido es instantáneo, hay más opciones para elegir por temperatura de color, pueden ser regulables y también se consideran menos contaminantes, presumiendo especialmente de no contener nada de mercurio, que es una de las desventajas de las bombillas de bajo consumo de tipo fluorescente.

A nivel de diseño, elegir la tecnología LED permite a las compañías una fabricación más diferencial de las bombillas, adaptando formatos que tanto con las clásicas como con las de bajo consumo no resulta tan sencillo conseguir.

Si comparamos el precio de una bombilla de bajo consumo y una bombilla LED que sean de una calidad similar, las de bajo consumo siguen siendo mucho más económicas. Aunque hay opciones de compra para LED muy baratas lo más aconsejable aquí es elegir marcas reconocidas.

Las opciones baratas suelen serlo debido a los materiales que utilizan. Materiales de peor calidad no solo afectarán al tipo de luz que producen, sino que directamente van a reducir de forma considerable el tiempo de vida de nuestra bombilla. Si las especificaciones indican una duración de 50000 horas, una mala disipación del calor la puede reducir a menos de la mitad. Existen otros factores que pueden fundir nuestra bombilla si la electrónica que utiliza es de dudosa calidad. Por ejemplo, los picos de tensión que pueden producirse al conectar electrodomésticos de gran consumo, como un horno, acaban dañando el LED.

En definitiva, es preferible hacer un desembolso algo mayor al principio. El ahorro lo vamos a tener a largo plazo debido a la eficiencia que podemos alcanzar en el consumo diario.

En el mercado hay una abundante oferta, pero hay que ser bastante cuidadosos con los modelos que adquirimos. Aunque depende de cada modelo y sus prestaciones, por norma general las bombillas LED son todavía productos con un precio muy por encima de los modelos de bajo consumo equivalentes. Y de ahí la tentación de ahorrar con modelos de marcas desconocidas. En esos casos tenemos más probabilidades de que el material de disipación no sea el adecuado o que pese a un precio más bajo, resulte que acaba fallando mucho antes de lo que debería por tecnología, o usan LEDs de peor calidad que deben agrupar.

Entonces, en definitiva, vale la pena invertir un poco más al principio en luces LED, para ahorrar en el futuro.

Deja un comentario