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LUCES LED AGRICULTURA

Pocos saben que la iluminación LED tiene muchos beneficios en otros ámbitos a los que no estamos acostumbrados, y la agricultura es uno de ellos. Como muchos saben, para el proceso de crecimiento de las plantas se utiliza la iluminación directa para acelerar el proceso de la fotosíntesis.

Con el paso de los años, los agricultores descubrieron que el uso de la iluminación era una opción bastante viable, ya que en su momento el sistema lumínico tradicional apoyaba las cosechas sin importar los cambios climáticos, costos operacionales, sequías, inviernos muy agresivos o cualquier eventualidad con las plagas.

Pero desde hace algunos años, la tecnología revolucionó estas prácticas, los productores empezaron a descubrir las bondades de las luces LED, no solamente por su innegable característica de ahorro, sino por su baja emisión de tóxicos que refuerzan el sano crecimiento de las plantas, sin necesidad de agregar pesticidas ni sustancias dañinas para el humano.

Además, de estas razones, su baja emisión de calor (alrededor del 5%) proporciona más luz efectiva que disminuye la evaporación, ya que de esta forma los productores utilizan menos agua para alimentar a las plantas, esto hace que el ciclo de evaporación sea muy poco o incluso en algunos casos, nulo.

De hecho, algunas empresas en el mundo ya hacen pruebas de crecimiento en laboratorios y espacios internos, para demostrar que dependiendo del uso y de la tecnología de punta disponible con los sistemas LED, las plantas incluso podrán variar su sabor, coloración y su tamaño.

Incluso se habla de un ambiente más sano para los trabajadores encargados de vigilar las plantaciones, o las personas que decidieron poner su huerta y experimentar sus primeros cultivos en casa, ¿por qué? De acuerdo a estudios relacionados llegaron a conclusiones como la reducción del uso de pesticidas y preservantes nocivos para la salud, disminución considerable del calor y hasta áreas más agradables.

El uso de iluminación LED para los cultivos funciona como una alternativa eficiente, optimizada y comercialmente muy rentable.

Las luces LED cobran popularidad en la agricultura

La iluminación con lámparas LED es una nueva herramienta en la agricultura de invernadero, gracias a eso podemos comer verduras de temporada todo el año, incluso cuando las condiciones del clima local no lo permiten.

Los LED se pueden ajustar para emitir luz en zonas específicas de la planta, influyendo de una manera positiva en el florecimiento y germinación de la misma, pues la disponibilidad de LED en colores diferentes representa una ventaja, por ejemplo: la luz roja aumenta la producción de tomates y la vitamina C en las espinacas y cebolla verde; además, cuando las luces en color rojo y azul se colocan juntas favorecen la fotosíntesis; y no sólo eso, usan 70% menos energía eléctrica que las de sodio y aumentan hacen que la productividad de los cultivos crezca un 40%.

Estas luces ayudan a reducir la huella de carbono, logrando que las semillas necesiten menos agua y tierra, además, ayuda a lograr mayor rendimiento porque favorecen el crecimiento horizontal de la planta y así aprovechan mejor todos los nutrientes.

Según los expertos, la ventaja más importante del LED es que facilitan el aumento de la producción alimentaria en ciertas partes del mundo, algo esperanzador ante la necesidad de producir más comida por el crecimiento demográfico. En Estados Unidos, Canadá, Panamá, Reino Unido, España y China algunas compañías ya están trabajando con este nuevo modelo agrícola.

La iluminación artificial que se utiliza para el cultivo agrícola puede ser a su vez de varios tipos, según su diferente coste, eficiencia y productividad, principalmente: los tubos incandescentes y fluorescentes, las luces HID (o de alta intensidad de descarga) y las luces LED.

La luz juega un papel fundamental en el cultivo agrícola ya que de ello va a depender fundamentalmente que las plantas puedan hacer la fotosíntesis para producir frutos. La calidad de esta es determinante en su apariencia, propiedades y productividad, entendida como la composición espectral de sus diferentes longitudes de onda en el rango de “luz visible”, es decir, aquellos fotones que son absorbidos por los pigmentos de las plantas (clorofilas, citocromos y carotenoides, entre otros) encargados de los distintos procesos.

Por ejemplo, la luz roja e infrarroja (absorbida por las clorofilas y los fitocromos), estimula la floración de las plantas y el engrosamiento. La luz azul, la apertura de las estomas y la orientación hacia la luz, además de ser clave en diferentes procesos celulares relacionados con el crecimiento. De la combinación de estas dos resulta la luz más apropiada para una elevada producción forzada de productos agrícolas, de cuya mezcla tonal resulta el tono rosa y/o violeta (de ahí que las granjas verticales llamen la atención por el color de su iluminación).

En la actualidad, gran parte de las investigaciones se centran en determinar los efectos de las diferentes longitudes de onda en el desarrollo de las plantas para diseñar combinaciones de luces que optimicen la respuesta de un cultivo determinado. Se están creando recetas específicas de iluminación dependiendo del tipo de cultivo o del estado fenológico del mismo. Se conoce que la calidad del espectro de emisión de las luces LED permite causar efectos notables en la anatomía y morfología de las plantas, la absorción de nutrientes e incluso en su composición nutritiva, siendo una alternativa mejor a la aplicación de productos reguladores del crecimiento.

Añadir algunos otros colores del espectro, como el verde, puede incrementar la tasa de expansión de las hojas y el alargamiento del tallo, lo que a su vez da como resultado una gran acumulación de biomasa. Al añadir longitudes de onda UV, se puede afectar la acumulación de compuestos como los fenólicos que podrían incrementar el sabor del producto final o sus beneficios para la salud de los humanos. A pesar de esto, desde la perspectiva empresarial, los chips LED rojos y azules son los más baratos de adquirir.

Los LED proporcionan muchas ventajas como iluminación para plantas, pero existen dificultades que están ralentizando su implementación para aplicaciones hortícolas. La principal dificultad es el coste.

Las aplicaciones de iluminación de plantas requieren una gran cantidad de dispositivos LED individuales de alto rendimiento y la integración de estos dispositivos en un sistema de iluminación controlable. Afortunadamente, la evolución histórica y proyectada del desempeño del LED y el costo mayorista es favorable; cada década, los precios de los LED se han reducido en un factor de 10, mientras que el rendimiento ha aumentado en un factor de 20.

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